martes, 26 de abril de 2011

En un arcén

Desde mi altura todo se ve enorme, siempre ha sido así... siempre me he sentido tan pequeño, tan insignificante. Aunque allí donde crecí era de los mas grandes de mi especie, un hermoso ejemplar de kiwi. Supongo que por eso me escogieron el primero de mi clase y me bajaron el primero del árbol. Hicimos un largo viaje, conocimos un montón de sitios maravillosos... maravillosos por que eran completamente nuevos para mí, que nunca había salido del árbol hasta entonces. Cintas transportadoras, envasadoras, cintas clasificadoras y al final el expositor del mercado. Conocí muchos kiwis allí unos mas tímidos que otros, muchos con demasiado miedo de lo que estaba por venir aún. No entendían que yo estuviera tan excitado y contento con la experiencia vivida y por vivir.

Ahora los echo tanto de menos...
Y a mi familia también... esta mañana estaba rodeado de kiwis medio dormidos y ahora estoy en una cuneta perdida de una ciudad que no conozco. Tampoco recuerdo como he llegado aquí... solo se que me siento tremendamente solo. Y todo es tan grande a mi alrededor, los coches, las personas... y justo al borde de esta acera, un poquito más abajo aparca un autobús cada hora. Supongo que es cuestión de tiempo que me llegue la hora. Siempre he sabido cual era mi destino, pero nunca imaginé que acabaría de esta manera. Desde luego que no es el fin habitual de un kiwi. Algunas personas me miran al pasar por encima mío, tenia que servir de algo ser un kiwi tan grande, tan hermoso... pero ninguna se acerca a recogerme, no les culpo el suelo está tan sucio...

Un momento, esa chica parece que se acerca a mi para cogerme...

1 comentario:

  1. ¡¡Fantástico!! ¿y dices que te falta imaginación?? Yo soy incapaz de escribir desde la perspectiva de un objeto, te admiro.
    ¡¡Me ha encantado!!

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