martes, 8 de noviembre de 2011

Caminar perdidos, caminar por inercia.

A quien quiero engañar... no se quien soy, no se que quiero, no soy buena en nada... Solo se llorar y llorar.
A veces la gente me dice, eres especial, eres preciosa por dentro, tienes talento o tienes un enorme corazón. Y eso de que sirve? Yo solo siento un enorme vacío en mi interior, un oscuro y horrible monstruo que me obliga a llorar y a lamentarme siempre. Quisiera lo que tienen los demás, quizás afecto publico, quizás sentirme aceptada,  alguien me dice que adoración.
El cariño... ¿que es eso? No creo al que tengo cerca por que aprendí que no lo merecía. Aprendí que nadie era sincero, que a personas como yo solo se acercaban a hacer daño. Por que era tonta y con las tontas pasa eso.
En cierto modo siempre pensaré así, aunque me digan que no, aunque me demuestren cariño y sinceridad siempre. Estaré esperando el hachazo a la vuelta de la esquina... Siempre miedo al que estarán tramando contra mí, miedo a las risas sobre mí. Miedo a sufrir por haberme dejado engañar...
Se que en mi camino he hecho mucho daño, cuando me han demostrado cariño y afecto, cuando me han regalado el precioso regalo del amor. He respondido con desconfianza y celos...
Mi monstruo, mi demonio dice que no, que no es posible que a mi me quieran. Que me dicen eso y luego están pensando en otra persona, en alguien mejor, más guapo, más maravilloso que yo. Y con quien estarían de no haber comprometido de alguna manera su palabra.
Como será que al mismo tiempo que escribo esto mi demonio me dice que estoy descubriendo tanto mi alma, que estoy dando un arma poderosa para hacerme daño.
Que más da...
Se que tarde o temprano me haran daño.

2 comentarios:

  1. Te comprendo perfectamente. Bueno, quiero decir que comprendo ese vacío interior que dicese sentir, pues yo también lo percibo a menudo.
    Lo curioso es que, al contrario que tú, yo no he padecido rechazos, ni me han hecho daño, ni me he sentido nunca un patito feo. Pero lo siento, siento un enorme vacío a veces y una casi patológica necesidad de sentirme en todo momento amado. Te digo esto para que veas que a veces se pueden llegar a unas mismas consecuencias sin ncesidad de que exista una causa común.
    En todo caso, yo sí te veo como alguien digno de ser querido. Intenta arrinconar un poco a esos demonios de la desconfianza y los celos.
    Un fortísimo abrazo para ti, mi apreciada amiga
    Cavaradossi

    ResponderEliminar
  2. Que no nos amen como quisiéramos, no significa que no nos amen. A veces el amor (en todas sus vertientes) no necesita demostraciones; solamente hay que sentirlo, porque siempre hay algo que nos dice que para alguien somos importantes en mayor o menor medida. Tampoco hay que fijarse en lo que aparentemente son amados los demás; es muy probable que mucho amor del que exhiben sea falso. Prefiero fijarme en mi cima que aspirar por las ajenas. Todo lo que consiga, aunque sea poco, habrá resultado de mi propio mérito.
    Hasta el aprecio más pequeño puede significarnos el mejor premio, si lo sabemos valorar.Y en esos momentos que pensamos que nadie nos quiere, estamos nosotros mismo para querernos.

    ResponderEliminar